Un jardín en Badalpur

Cultura | Libros | Reseña
Por Pau Martínez Solís
Libro: Un jardín en Badalpur
Autor: Kenizé Mourad
Editorial: Espasa
Páginas: 558

            Un jardín en Badalpur, es la segunda parte del libro “De parte de la princesa muerta” la cual narra la vida de Zahr, hija de Selma quien quedó huérfana de madre siendo muy pequeña. Recordemos que Kenizé hizo ambos libros que narran la historia de su madre y la de ella. La historia es traducida del Francés.
            Al igual que la entrega anterior este libro es muy rico en detalles con respecto a usos y costumbres de la India, lugar donde Zahr se reencuentra con su padre quien en tiempos pasados fuera el rajá de Badalpur.

            Lo que hace esta historia muy valiosa, además del contexto tan detallado que la autora describe, es el ejercicio psicológico que la protagonista presenta en su búsqueda del origen de su familia, dicho ejercicio mental la lleva a madurar y a su crecimiento personal, pero en este proceso uno como lector se puede sentir contrariado porque puede haber un choque de ideas entre lo que podríamos pensar y la forma de actuar de Zahr; a mí en lo particular me conflictuó en varios aspectos como el hecho de hasta qué punto uno puede complicarse la existencia haciéndose ideas en la cabeza.
            De igual manera encontraremos pasajes de la niñez de Zahr, su adolescencia, vida adulta y lo difícil que fue para ella el estar de familia en familia, quienes a pesar de amarla, nunca lograrían hacerla feliz, por esta búsqueda de sus raíces, por la importancia de sentir que pertenece a alguien o a algún lugar, que es parte de.
            Algunos aspectos a resaltar serían, primeramente, la importancia que da el personaje a llamar la atención a costa de todo, ser el centro de atención siempre y es precisamente por el abandono del que se siente víctima por lo que se aferra a ser ella, siempre ella; segundo, el amor que hacia ella siente Amir, su padre, cuando lean ese capítulo, no lo podrán creer. La relación padre e hija es un tanto conflictiva por la cuestión cultural, lo cual lleva a Zahr a innumerables conflictos existenciales. Por otra parte, siendo que la protagonista fue criada en Francia, imaginen lo complicado que pudo haber sido para ella el tener que ajustarse a la vida musulmana estricta; pero con tal de hacer feliz a su padre, haría eso y mucho más.
            Creo que más de uno podría sentirse identificado con esta historia, debido a que el ser humano siempre está en una búsqueda constate por saber cómo llegamos aquí, de dónde venimos, y sobre todo cuando los padres se separan y la carencia afectiva por la falta de alguno de ellos, nos lleva a querer reconciliarnos con la vida, con ellos y con nosotros mismos; queremos parecernos a la parte que nos hace falta.
            Justamente el Jardín de Badalpur será la manzana de la discordia entre la protagonista y uno de sus hermanos, por el valor afectivo que representa este lugar.
            Se deleitarán cuando lean los rituales del té, las bodas, las fiestas y celebraciones que acostumbran en India, la manera de pensar de quienes habitan en aquel lugar, su manera de convivir, cómo funcionan sus leyes, sus servidores públicos; un ramillete de información que te transporta a la India.
            Es imperativo mencionar que el libro trae un glosario de términos en hurdú, hindi y árabe lo cual te permitirá aprender y comprender el desarrollo de la historia.
           
Una historia ampliamente recomendable, para leerla con calma y en compañía de un té Chai, y te prometo que te transportas a los lugares y situaciones que se narran en la novela. 



            Que lo disfruten.

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